Tocó
fondo hace unos meses cuando se vio a sí misma “engañando” a su
madre por la pura desesperación de no encontrar un empleo:
- Fui
a una entrevista de trabajo para comercial con una empresa: OVB.
Pedían licenciados de lo que fuera para asesoramiento financiero.
El contrato era mercantil para ahorrarse la cotización, claro, y no
había nada de sueldo fijo, solo una comisión de lo que vendieras
si vendías. Te aleccionaban para vender de una manera muy agresiva.
Yo iba escuchando y aceptando todo lo que decían. Si no encontraba
de lo mío, trabajaría en lo que fuera pero tenía que trabajar. Y
estaba dispuesta a hacer lo que hiciera falta. Te decían que los
primeros “asesoramientos” era mejor hacerlos en tu entorno, con
amigos y familiares, ofrecerles productos... Cuando llegué a casa,
mi madre me preguntó que tal, y yo empecé a soltarle un rollo
sobre “productos que le vendrían muy bien”. Me vi vendiéndole
un seguro que no necesitaba a mi madre, solo por conseguir algo, por
tener un trabajo, por salir adelante. Y me dije: “pero ¿qué coño
estoy haciendo?”. Se aprovechan de que mi familia, mis amigos, me
hubieran comprado lo que fuera por ayudarme, porque yo estaba fatal.
Se aprovechan...
Mi
amiga “M” vivía con sus padres, no tenía hijos, ni deudas...
hay gente que no tiene esa “suerte”. Me pidió que no dijera su
nombre y no lo haré, da igual, podría ser cualquiera, a través de
Twitter y del correo de Aquí Hay Trabajo me han llegado bastantes
historias muy parecidas.
“M”
me dijo que ahora estaba contenta porque había conseguido meterse en
una radio en la que le pagaban “una mierda” y trabajaba más
horas de las que decía el contrato... pero trabajaba. Le prometí
que tampoco diría el nombre de la radio y no lo haré. La entiendo y
quizá yo haría lo mismo... pero no estoy de acuerdo.
A mi me pasó algo parecido, bueno puede que peor... Fui a una entrevista de trabajo, no sabía bien ni para que era por que en el anuncio no aclaraban nada, no lo sabía yo, ni nadie de los que estábamos en la sala esperando... Cuando me tocó el turno , subí a un despacho enorme y vacío... Solo había un escritorio/mesa de despacho enorme con un tío con la cara del mismo Al Pacino en "pactar con el diablo". El trabajo consistía en resumidas cuentas en endosarle a la gente un colchón. Tu, ibas a sus casas con la excusa de que les había tocado una maravillosa batería de cocina, sabiendo que de allí tenías que salir con un colchón de 4000€ menos y 200€ de más en tu cartilla, por que es la comisión que te daban por colchón vendido... Eso sumado a los 1500€ de salario base (yo creo que todo ese dinero era para que tu conciencia se callara ahogándose en billetes). Lo tenían todo planificado... Desde que entrabas hasta que salías. Entrabas les enseñabas un catálogo con productos de todo tipo( sillón de masajes, termomix...) y les hacías creer que les había tocado una promoción en la cual el colchón les salía a mitad de precio y encima les regalabas los dos productos del catálogo que mas les hubieran gustado...!! Pero que chollo!!! El colchón era una basura, prometía remedios a todo tipo de enfermedades por que se supone que generaba un campo magnético (magnetoterapia) y curaba todo lo que le pusieran delante, claaaaro señor Al Pacino! Esa máquina que está en los hospitales con fines terapéuticos y que vale un riñón y parte del otro y ocupa media habitación usted ha conseguido meterla en un aparatito del tamaño de un móvil y conectarlo a un colchón... En fin!!!
ResponderEliminarNoelia, lo triste es que eso que te pasó no es raro, conozco testimonios similares... Yo mismo cuando tenía 18 años pasé por algo similar con ARTEL una empresa que vendía lo que ellos llamaban "guías de estuidos". Era repugnante como planteaban lo que ellos llamaban "la venta". Gracias por tu aporte.
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